La comunidad educativa madrileña salió ayer a la calle, en forma de una masiva manifestación, contra los recortes en educación aprobados por el Gobierno de la Comunidad de Madrid para el presente curso. Entre 10.000 y 50.000 personas (según los datos de la Policía y los de los convocantes, respectivamente) se unieron a la protesta. Profesores, fijos e interinos, familias y alumnos colapsaron el centro de Madrid frente a las sedes de la Consejería de Educación y del Ministerio en la calle de Alcalá. "¡Esperanza dimisión!" fue el grito que más decibelios alcanzó en una marcha que discurrió bajo el lema: "La educación no es un gasto, es una inversión".
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